Actualmente se habla de la alergia como la epidemia del siglo XXI, tanto es así que en el 2025 se prevee que casi el 50% de la población tenga algún tipo de alergia. Usted o algún familiar cercano seguro que entrarán en esa estadística futura. Mi pasión por mi trabajo me ha llevado a crear este blog, con el que me lanzo a la autopista de las redes sociales con el fin de aportar mi experiencia y conocimientos para que la persona alérgica sea capaz de asumir su enfermedad, comprenderla y convivir con ella de la forma más natural y equilibrada posible. El reto es grande pero la ilusión es mayor.

25 de junio de 2013

GRÀCIES. GRACIAS.

 

Después de casi 19 años viviendo en Barcelona primero y después en Mataró, me marcho de Cataluña para irme a Madrid con mi familia. Entre cajas y cajas de mudanza voy guardando pequeñas historias y anécdotas. Diseccionando la memoria. La vida.
El blog seguirá su andadura, continuará con su misión que no es otra que ayudar a todas las personas con problemas de alergia. Lo hará desde una nueva ciudad y con nuevos proyectos.
 
Cuando me preguntan de donde soy nunca sé bien qué responder...uno es de donde vive, así que he sido y soy andaluza, extremeña, rusa, hondureña y catalana. A partir del 1 de julio seré también madrileña.
Cada vez que comenzamos un proyecto de vida en un sitio dejamos atrás una parte nuestra y nos llevamos impresos en la memoria toda una colección de recuerdos. Cuando te marchas te despides, es inevitable. Personalmente no me gustan las despedidas, lo paso mal, a pesar de que me considero una persona optimista, cuando tengo que despedirme  me invade la pena, esa tristeza del adiós.
Será porque la edad nos ayuda a ir superando nuestros miedos que hoy escribo mi despedida de Cataluña desde la más inmensa gratitud y con el convencimiento de que será un "fins aviat" (hasta pronto).
 
 Mi colección de recuerdos empieza en Sevilla, cuando nos reunieron a todos los médicos andaluces para elegir especialidad. Recuerdo el OHHHHHH largo y profundo que sonó en la sala cuando por megafonía se escuchó que Pilar Cots elegía el Hospital Valle Hebrón en Barcelona para hacer Alergología...esa está loca, debieron pensar, y es que siempre preferimos quedarnos cerquita de casa, en nuestra ciudad, con nuestra familia,  y no irnos a la otra punta de España, con otro idioma, y con los catalanes, tan raritos...
Por entonces ya estaba casada y mi marido me siguió a Barcelona, ya se sabe, en lo bueno y en lo malo...
 
 
Mi primera impresión al llegar fue la de una ciudad llena de cuestas, nada agradable cuando tienes que ir con maletas, el mapa y tanta gente por todos lados. Recuerdo el primer viaje en metro, me senté al lado de un grupo de adolescentes y me impactó como utilizaban el catalán y el castellano en la misma conversación...y esto sigue siendo así hasta el día de hoy.
 

Tengo que agradecer especialmente a la telenovela catalana "Secrets de familia" de TV3 su gran contribución a mi aprendizaje del catalán. Es verdad que el catalán y el castellano se parecen, pero si intentas seguir una conversación rápida...terminas perdiéndote...Debo admitir que acabé totalmente enganchada a las maquinaciones de esa familia y sus innumerables secretos, jaja.

 
 
Y con el tiempo llegó Víctor, nuestro hijo, y nos mudamos a Mataró. Ya era Alergóloga y quería trabajar, así que como no conocía nada de esta ciudad y todavía no disponía de ordenador, decidí buscar donde "todo se encontraba" y cogí las Páginas Amarillas. Apunté los Centros Médicos de Especialidades, tres en total, y con mi niño en el cochecito y un curriculum, los fuí dejando en cada uno de ellos; el curriculum, no el niño, claro!
Me llamaron del Centro Médico GEMA, su director quería hacerme una entrevista y no tenía con quien dejar al pequeño Víctor, así que me presenté con muchos nervios y un niño de 7 meses. Mi hijo debía estar más nervioso que yo porque nada más entrar hizo lo último que yo quería que hiciese...eso es, se quedó tan a gustito...pero menudo olor...tuve que salir a cambiarle el pañal y mientras lo hacía pensaba..."madre mía, como me va a contratar si en la entrevista ya he tenido que traerme al niño y encima sus necesidades fisiológicas no colaboran!". Pero le caí bien, vió un futuro prometedor ante mi entrega y preocupación, debió de pensar que si era tan cuidadosa con mi hijo, también lo sería con los pacientes...y estos no se harían sus necesidades en la consulta!
 
 

Así que comencé los sábados por la mañana que era cuando mi marido podía ocuparse del niño y, poco a poco, con muchas ganas y esfuerzo, conseguí crear mi consulta de alergia. Trece años en total, cada día de la semana, cientos de pacientes, historias con y sin solución, pruebas, diagnósticos, tratamientos, personas.
Son Montserrat, Miquel, Irene, Pau, Anna, Pol, Ainhoa, Josep, Nil, Laia, Julia, Albert,... 

 
Montserrat vino a la consulta con síntomas de asma, las pruebas de alergia fueron positivas para los ácaros del polvo pero la exploración y la historia hacían sospechar algo más...el TAC mostró unas imágenes en el pulmón y la Resonancia una masa en el abdomen, en estos días está pendiente de una operación para extirparla y empezar quimioterapia...

A Miquel se le murió su mujer hace dos años, desde entonces le pica muchísimo todo el cuerpo y no para de rascarse, siempre me dice que su mujer era un ángel y que por eso se ha ido al cielo, pero que la vida no tiene sentido sin ella...Con casi 90 años, chaqueta y corbata, ojos claros que esconden las lágrimas de su ausencia. La pena produce su picor. La hidratación y un antihistamínico le han ayudado pero él dice que se ha curado gracias a nuestras conversaciones, le reconfortan. Ha venido cada mes, por decisión propia ya que las últimas veces estaba perfecto. Siempre con su paquetito de peladillas de Arenys. Es mi más ferviente admirador.

Irene tiene 5 años y es una princesa con piel atópica y asma por los dichosos ácaros. Las ojeras y los eczemas habían creado una muralla que le impedía relacionarse con los demás, no la escuché hablar hasta la tercera o cuarta visita...como un conejito asustado venía a ponerse la vacuna, temblando pero sin derramar ni una lágrima, tan valiente...una luchadora...los últimos días llegaba toda llena de pulseras, más gordita y con luz en su mirada. Guardo como un tesoro su abrazo de despedida.

Ser médico es pasión y esfuerzo. Esperanza por ayudar a encontrar la parcela de felicidad de cada uno, su ausencia de dolor.
No todo es bonito ni acaba bien, también hay días grises, pero hasta los momentos duros son necesarios, nos ayudan a superarnos, a esforzarnos más y a seguir en esa búsqueda de la felicidad. 
 

 
Me marcho de Mataró, de Barcelona. Me gusta su luz, sus calles, sus mercados y plazas. Me gusta su gente, la educación con la que me tratan, la seriedad con la que cumplen su trabajo, sin falsas simpatías. Y su lengua, que respetan y defienden porque, al igual que todas las lenguas, contiene toda una cultura, una historia y una manera de ver la vida. Cataluña es seria pero acogedora, de mente abierta y eso te ayuda a conseguir la actitud necesaria para permitir que cada uno viva la vida que desea vivir.


 
Me espera Madrid. Me parece una ciudad preciosa, su actividad cultural y su vida bulliciosa me atraen y me entusiasman. Cargada de ilusión por esta nueva etapa con  proyectos personales, familiares y laborales. El futuro abre siempre nuevas ventanas para recolocar nuestros deseos, nuestras prioridades. Hay que mirar hacia delante y continuar con la búsqueda de esa felicidad.

 
 
Estoy contenta conmigo misma, y eso es a lo mejor que se puede aspirar.