Actualmente se habla de la alergia como la epidemia del siglo XXI, tanto es así que en el 2025 se prevee que casi el 50% de la población tenga algún tipo de alergia. Usted o algún familiar cercano seguro que entrarán en esa estadística futura. Mi pasión por mi trabajo me ha llevado a crear este blog, con el que me lanzo a la autopista de las redes sociales con el fin de aportar mi experiencia y conocimientos para que la persona alérgica sea capaz de asumir su enfermedad, comprenderla y convivir con ella de la forma más natural y equilibrada posible. El reto es grande pero la ilusión es mayor.

20 de noviembre de 2012

EL RIESGO DE LO OCULTO: "puede contener trazas de..."

Doctora, si leo en una etiqueta "puede contener trazas de frutos secos", eso qué significa?, lo puedo comer o no?, es que no me atrevo...
Os aseguro que es de las preguntas que más me cuesta responder en la consulta.
 
 
Y lo mismo para la leche, el huevo, pescado, trigo, soja....una lista interminable de TRAZAS que aparecen al final de la composición de los alimentos haciendo que miles de personas alérgicas o intolerantes no sepan si ese alimento es seguro o no para ellos.
 
Vivir es una empresa arriesgada para todos, ya lo sabemos, pero en el caso de las personas alérgicas este riesgo es vital con algo tan básico y frecuente como es la comida. El alérgico a un alimento está obligado a evitarlo al 100% en su dieta, el peligro de una reacción fatal a pesar de ingerir pequeñas cantidades es real y esto les obliga no sólo a conocer todos los numerosos listados de palabras relacionadas con el alimento responsable, sino además a realizar un seguimiento de los alérgenos ocultos y de las malditas trazas. Como no lo tienen ya complicado...aún más!
 
 
Los hábitos alimentarios evolucionan, cambian con el tiempo. La globalización y las nuevas tecnologías han incrementado la oferta y variedad de alimentos pero también la presencia de alérgenos ocultos. Oculto significa "no visible" y como tal no consta en el etiquetado obligatorio. Esto supone un riesgo real y una angustia con la que es difícil convivir para la persona alérgica.
 
Por un momento piense cuantas veces come algo al día, cuantas mira la etiqueta de lo que come, las veces que tiene que pensar mientras come si hará una reacción anafiláctica o no. Con esta inquietud conviven cada comida del día, las personas alérgicas que nos rodean.
 
Un alérgeno alimentario no es peligroso si es evidente y puede evitarse; sólo es peligroso si es inevitable o inesperado. El mayor obstáculo contra el que tiene que luchar un paciente alérgico a un alimento es el excesivo "uso preventivo de alérgenos trazas".
 
 
Los fabricantes de alimentos deben indicar la presencia de ingredientes que causan alergias e intolerancias, y evitar la contaminación accidental con alérgenos que estén presentes en otros productos.

Desde finales del siglo XX (Real Decreto 1334/1999) se establecieron las normas de etiquetado de los alimentos, pero sus limitaciones llevaron a la modificación en el año 2004 (Real Decreto 2220/2004) para incluir la obligación de mencionar la presencia de sustancias causantes de alergias e intolerancias alimentarias. En el 2008 (Real Decreto 1245/2008) se recoge en un anexo actualizado las sustancias que obligatoriamente deben declararse así como las excepciones previstas.
La última modificación viene desde el Parlamento Europeo (Reglamento UE 1169/2011). Su misión es actualizar y simplificar las diferentes normativas existentes hasta ahora para proteger la salud de los consumidores y garantizar el derecho a la información.

 
Os resumo las principales novedades que aporta para los alérgenos y sustancias que causan intolerancia:
 
        -Se indicarán en la lista de ingredientes de forma clara todas las sustancias enumeradas en el Anexo II (lo que quiere decir por ejemplo,  que ya no vale eso de poner palabras incomprensibles para las personas como albúmina, livetina, lecitina, lisozima, etc, para indicar que lleva huevo!).
 
       -Han de constar todos los ingredientes obligatorios independientemente del peso en % con respecto al producto final (hasta entonces no era necesario si no superaba el 25% del peso del producto final).
 
        -Si no hay lista de ingredientes, incluirá la palabra "contiene..." seguida del nombre de la sustancia (esto es sólo aplicable para las que están incluidas en el Anexo II).
 
        -La denominación de la sustancia se destacará mediante una composición tipográfica que la diferencie claramente del resto de ingredientes (mediante un tipo de letra, con un tamaño obligatorio legible, estilo o color de fondo que sea fácil y rápido de ver). Podremos dejar la lupa en casa!
 
         -Los alimentos sin envasar también deben informar de la presencia de este tipo de sustancias (esto afecta especialmente a restaurantes, locales, comedores públicos y a  las máquinas expendedoras de bebidas tipo café, chocolate, leche, zumos...)

 
 
 ¿Y cuales son estas sustancias de declaración obligatoria?
 "Será de información obligatoria todo ingrediente o coadyuvante tecnológico que figure en la lista de sustancias o productos que causen alergias o intolerancias (AnexoII) y se utilice en la fabricación de un alimento o siga estando presente en el producto acabado"

Este reglamento  se refiere sólo a los ingredientes  añadidos intencionadamente, pero no se aplica a los residuos (trazas) que puedan aparecer accidentalmente. Sin embargo para la persona alérgica LAS CONSECUENCIAS SON LAS MISMAS!
 
Las sustancias incluidas en el Anexo II son las siguientes:
  • Cereales que contengan gluten (o sea, trigo, centeno, cebada, avena, espelta, Kamut o sus variedades híbridas) y productos derivados. Excepto: jarabes de glucosa a base de trigo o de cebada y cereales utilizados para hacer destilados o alcohol etílico de origen agrícola para bebidas alcohólicas
  • Crustáceos y productos a base de crustáceos.
  • Huevos y productos a base de huevo.
  • Pescado y productos a base de pescado. Excepto: gelatina de pescado o ictiocola utilizada como clarificante en la cerveza y el vino, gelatina de pescado utilizada como soporte de vitaminas o preparados de carotenoides.
  • Cacahuetes y productos a base de cacahuetes.
  • Soja y productos a base de soja. Excepto: aceite y grasa de soja totalmente refinados, tocoferoles naturales mezclados (E-306) derivados de soja, ésteres de fitosterol y fitoestanol derivados de aceite y semilla de soja.
  • Leche y sus derivados (incluida la lactosa). Excepto: suero utilizado para hacer destilados o alcohol etílico de origen vegetal para bebidas alcohólicas, lactitiol.
  • Frutos secos de cáscara, es decir: almendras (Amygdalus communis L.), avellanas (Corylus avellana); nueces de nogal (Juglans regia), anacardos (Anacardium occidentale), pacanas (Carya illinoiesis, Wangenh, K Koch), castañas de Pará (Bertholletia excelsa), pistachos (Pistacia vera), nueces macadamia y nueces Australia (Macadamia ternifolia). Y sus productos derivados. Excepto: nueces utilizadas para elaborar destilados o alcohol etílico de origen agrícola para bebidas alcohólicas.
  • Apio y productos derivados.
  • Mostaza y productos derivados.
  • Granos de sésamo y productos a base de granos de sésamo.
  • Anhídrido sulfuroso y sulfitos en concentraciones superiores a 10mg/kg o 10mg/L expresado como SO2.
  • Altramuces y productos a base de altramuces.
  • Moluscos y productos a base de moluscos.
 (Este Anexo que será reexaminado por la Comisión, teniendo en cuenta los avances científicos y, si procede, actualizará la lista).

Es evidente que, a pesar de los adelantos, aún sigue habiendo mucha letra roja etiquetada como excepciones.
 
 
 
La normativa de etiquetado es de obligado cumplimiento desde el 1 de agosto de 2008 en lo que respecta a las sustancias del Anexo. El último reglamento europeo del 2011 será aplicable a partir del 14 de diciembre de 2014, en él se hace referencia al etiquetado en general (valor nutricional, conservación, etc) y a nivel de los alérgenos alimentarios sólo varía la obligación de etiquetar de forma legible el listado de ingredientes (o en su defecto, añadir "contiene...").

La no declaración de un alérgeno en el etiquetado de un alimento, da lugar a su inclusión en la Red de Alerta Alimentaria:
La AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) dispone de un servicio de red de alertas donde nos podemos dirigir en caso de que queramos denunciar alguna infracción observada en el etiquetado de los alimentos.
El problema es que la alerta aparece una vez que la persona sufre una reacción alérgica después de comer "algo que creía seguro", y esa reacción puede llegar a ser mortal.
No sé porqué siempre tenemos que empezar la casa por el tejado...

Para que os hagáis una idea del camino que queda por recorrer podéis entrar en esta página y leer las alertas que se van recibiendo de forma periódica; y estas son las que se denuncian, la punta del iceberg. Detrás de cada una de ellas hay una historia personal de angustia, temor y desconfianza.
Las asociaciones de pacientes alérgicos (AEPNAA e Inmunitas Vera) también disponen de redes de alerta donde los usuarios se pueden informar de forma continua y segura.
 

Las bases legales están puestas pero existen todavía muchos puntos oscuros por resolver:
  •  Falta rigurosidad y fiabilidad en la cadena de producción (separación de alérgenos, almacenaje hermético, limpieza, transporte,...)
  •  Muchas empresas siguen sin hacer constar ingredientes, aditivos y trazas poniendo en peligro la vida de los alérgicos a los alimentos.
  • Se producen sin previo aviso cambios bruscos en el etiquetado. También errores u omisiones (intencionadas?)
  • Se siguen utilizando guantes de látex que transfieren proteínas alergénicas a los alimentos con los que ha tenido contacto. Peligro de reacciones cruzadas en alérgicos a frutas tropicales.   
  • Y los alimentos transgénicos? Falta una legislación actualizada al respecto que haga referencia a los alérgenos ocultos en su proceso.
 
Para solucionar estos problemas son necesarias dos cosas:
 
1- Un control exhaustivo del cumplimiento de la legislación vigente (muy mejorable a mi parecer) mediante sistemas de auditorías programados de forma periódica.
 
2- Una formación adecuada y actualizada de todos los sectores implicados (alergólogos, pacientes, industria alimentaria, autoridades sanitarias y profesionales de la alimentación)
  

Cuando ocurre un caso de muerte por anafilaxia generalmente no suele salir publicado en las noticias médicas, esto dificulta que conozcamos la frecuencia real de reacciones graves o fatales y nos lleve a menospreciar el problema. Gracias al interés y a la lucha incansable  de las Asociaciones de pacientes alérgicos como AEPNAA , Inmunitas Vera  y Elikalte, estamos cada vez más cerca de conseguir un  etiquetado real, seguro y fiable de los alimentos.

 

Empezaba este artículo del blog con una pregunta a la que los alergólogos nos enfrentamos con temor, al menos en mi caso, lo reconozco; y de la que los pacientes necesitan una respuesta lo más fiable y tranquilizadora posible. 
No suelo huir de los problemas así que os comentaré cual es mi respuesta y lo haré, como siempre, basándome en el contacto diario con la realidad de la vida del alérgico a un alimento y, por supuesto,  aplicando el sentido común que te da la experiencia.

Pongamos el ejemplo de un alérgico a frutos secos (aplicable a cualquier otra alergia como leche, huevo, soja, etc)
Doctora, si leo en una etiqueta "puede contener trazas de frutos secos", eso qué significa?, lo puedo comer o no?, es que no me atrevo...

- Si el paciente es adulto, tiene una alergia a un fruto seco y nunca ha hecho una reacción grave (anafilaxia) y además ese producto lo comía antes del diagnóstico sin problemas, recomiendo que lo continúen comiendo pero siempre con precaución, vigilando cualquier síntoma o signo sugestivo de una reacción alérgica (picor en la boca, ronquera, urticaria...), en cuyo caso ese alimento quedará prohibido para siempre. 

- No recomiendo que lo coman en los siguientes casos: 
                1. Niños con alergia a ese alimento ya que las manifestaciones iniciales de alergia pueden pasar desapercibidas para los padres al no saber explicarlas o no darse cuenta. 
                 2.  Si ha ocurrido una reacción previa alérgica severa (anafilaxia) ya sea niño o adulto.
                3. Si existen otros riesgos añadidos como múltiples alergias, asma, dermatitis atópica, tratamiento con betabloqueantes, etc.

-En caso de duda se debe de llamar al teléfono de atención al consumidor que consta en el etiquetado de todos los productos.

Sobre todo hay que valorar con sumo cuidado cada caso en particular porque en alergia cada persona tiene su umbral propio y variable de exposición a partir del cual puede hacer una reacción frente al alimento responsable. Ese umbral es desconocido y mientras siga siendo así debemos actuar con una precaución excepcional.  
 
Y es que el ser humano, hasta el día de hoy, para vivir tiene que comer. Los alérgicos también. 
 
  

4 de noviembre de 2012

Gripe, huevo y alergia: una delicada relación

 
La temporada de vacunación de la gripe ya ha comenzado y tendrá lugar, como cada año, durante los meses de octubre y noviembre. La Asociación Española de Pediatría (AEP) acaba de lanzar una campaña muy interesante dirigida a la prevención de esta enfermedad en niños y adolescentes. Podéis entrar en este enlace para conocer sus recomendaciones.
 
Como cada otoño, con cada nueva campaña de vacunación reaparecen las mismas dudas y preguntas:
 
-Doctora, ¿debo vacunar a mi hijo de la gripe al ser alérgico?
-¿Se pondrá peor si  se la pongo? A mi sobrina el año pasado "le sentó fatal".
-¿Se la puedo poner si se está vacunando de la alergia?
-He leído por Internet que es mejor no vacunar a los niños, que todas las vacunas son "malísimas"!
-¿Sirven realmente para algo, o solo para que los laboratorios se hagan más ricos a nuestra costa?
 
Y los hay más inquisitivos preguntando: - Doctora, ¿usted se vacuna??
 
  
La Revista Española de Quimioterapia ha publicado este año un consenso sobre la vacunación de la gripe en el que han participado 19 Sociedades Científicas y Asociaciones Profesionales. Os resumo lo más importante relacionado con las enfermedades alérgicas:
 
1. La gripe es la enfermedad inmunoprevenible más habitual en los países desarrollados. El virus infecta cada año a una media del 10-15% de la población de cualquier edad.
 
2. Los grupos de mayor riesgo son las personas mayores de 65 años, los niños menores de dos años, enfermos crónicos (entre ellos las personas asmáticas), inmunodeprimidos y embarazadas.
 
3. Solo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad.
 
4. Todos las personas con alergia respiratoria en la que exista afectación bronquial (asma, hiperreactividad) deberían vacunarse de la gripe. También lo deben hacer todos aquellos que estén en contacto con estas personas alérgicas (familiares, maestros, médicos...).
 
5. Su administración es intramuscular, en el muslo o en el hombro, según la edad. Se puede administrar al mismo tiempo que otras vacunas pero aplicando la inyección en sitios diferentes.
 
6. Es una sola dosis anual, excepto en niños menores de 9 años que se vacunan por primera vez que se reparte la dosis en dos veces con intervalo de un mes.
 
7. Actualmente todas las vacunas disponibles en España están hechas en cultivos de huevos de gallina embrionados y ninguna contiene timerosal u otro derivado mercurial como conservante.
 
8. En el futuro inmediato se esperan novedades importantes como la vacuna de virus vivos de administración intranasal. 
 
9. Entre las precauciones es conveniente evitar la administración de la vacuna antigripal en personas con enfermedad aguda, curse o no con fiebre, hasta que los síntomas hayan disminuido.
 
10. Están contraindicadas todas las vacunas de la gripe disponibles en España en personas con hipersensibilidad anafiláctica conocida al huevo, puesto que los virus se cultivan en huevos de gallina.
 
 
 
¿Y qué pasa entonces si un niño además de ser alérgico al huevo, es asmático o tiene alguna otra enfermedad crónica?
 
Esta posibilidad existe. El asma afecta al 10% de la población infantil y la alergia al huevo es, junto con la leche, la más frecuente en la infancia (casi el 3%).
Muchos de los niños que tienen alergia al huevo en España (30.000 niños menores de tres años) pertenecen a grupos de riesgo en los que está indicada la administración de la vacuna antigripal. Por ejemplo: la tercera parte de los alérgicos al huevo padecen asma.
 
 
 
Por este motivo, dada la importancia para la prevención tanto de la gripe como de las reacciones alérgicas posibles, La Sociedad Española de Alergia Pediátrica (SEICAP) ha realizado un comunicado para la campaña de vacunación antigripal de este año donde expresa las siguientes recomendaciones:
 
  1. Una reacción anafiláctica grave tras la administración de una dosis previa de la vacuna antigripal, independientemente del componente sospechoso de ser responsable de la reacción, es una contraindicación absoluta para poner esta vacuna. 

 
 
   2. El antecedente de reacción anafiláctica grave después de una exposición al huevo, o el empleo de adrenalina u otras medidas urgentes a causa del contacto con este alimento, harán que no se recomiende la administración de la vacuna antigripal. Si se considera la vacunación necesaria, esta deberá administrarse, previa valoración por un alergólogo, en un centro hospitalario con los medios adecuados para el tratamiento de las reacciones alérgicas graves (anafilaxia).  
 
 
   3.  En el caso de reacciones no graves tras la ingesta de huevo (urticaria, picor, rojeces, hinchazón localizada) se podrá realizar la vacunación antigripal con las siguientes especificaciones:
        3.1- La vacuna puede administrarse en su centro habitual.
       3.2- No es necesario fraccionar la dosis. Se puede poner la dosis completa en una sola inyección.
       3.3- Se aconsejará un periodo de observación de 30 minutos después de su administración.
 
 

Conclusión:
 
Las contraindicaciones absolutas de la vacuna antigripal son:
 
- Reacción alérgica grave a los componentes de la vacuna
- Antecedentes de reacción grave con una dosis previa de la vacuna
- Reacción alérgica grave (anafilaxia) al huevo
- Niños menores de 6 meses
 
 
 
 
Para finalizar me gustaría hacer dos recomendaciones:
 
1. En el caso de que existan niños menores de 6 meses de edad con factores de riesgo para la gripe (enfermedades crónicas), la familia cercana se debería vacunar de la misma, ya que estos niños son más susceptibles de enfermar y ellos no se pueden vacunar.
 
2. También es especialmente importante la recomendación de la vacuna antigripal de todos los profesionales sanitarios.
 
¡YO TAMBIÉN ME VACUNO!