El camino recorrido en este siglo no ha sido fácil.
Solidaridad, justicia, igualdad, salud...palabras intemporales...mujeres y hombres han estado detrás de ellas para conseguir el Estado de Bienestar que disfrutamos en la actualidad.
A principios del siglo XX España tenía unos 19 millones de habitantes y estaba sumida en una profunda crisis, como ahora, pero en esa época era exclusivamente de tipo agrario y además se le sumaban también epidemias y calamidades. La esperanza de vida era de 40 años y la jornada laboral semanal era de 60 horas. Viviendas insalubres, hacinamiento y escasez de alimentos ocasionaron epidemias infecciosas como la gripe, la tuberculosis y el sarampión que acabaron con medio millón de personas.
Para los obreros que se quedaban sin trabajo no existía el "paro" ni el "INEM" ni las "pensiones", sólo les quedaba la "sopa-boba" que era un caldo que sobraba de los menús de los cuarteles.
Pero si había una población que sufría con más crudeza esta situación era la infantil. Las condiciones en que vivían los niños eran penosas y aumentaron la orfandad, el abandono y la mortalidad (un niño de cada 5 moría al nacer y 2 de cada 5 no cumplían los 5 años).
Hasta finales del siglo XIX la asistencia a los desfavorecidos se basaba en la caridad dirigida por la Iglesia y por ciudadanos acaudalados a título personal. Con la Revolución Liberal comienza la transición hacia un modelo benéfico-asistencial y así a principios del siglo XX nace el Estado Social con la creación del Instituto de Reformas Sociales, el de Previsión, el Ministerio de Trabajo, las leyes de acción social como las pensiones y los seguros sociales.
En 1930 se establece el subsidio de maternidad: se daban en metálico entre 90 y 180 pesetas (0.5-1 euro aprox.) durante 6 semanas anteriores y posteriores al parto, y un subsidio de lactancia a razón de 5 pesetas (0.03 euros) por diez semanas. Esta medida supuso un gran avance en la protección de la maternidad.
Pero antes de que esto ocurriese las mujeres jugaron un papel importante en la lucha contra la malnutrición de los recién nacidos. Así en el siglo XIX, huyendo de la miseria, muchas mujeres de provincias se dirigieron a la capital en busca de un futuro. Las tasas de mortalidad infantil eran muy elevadas, muchas madres perdieron a sus hijos y decidieron "alquilarse" como nodrizas. Como el camino hasta Madrid era largo tuvieron que ingeniárselas para no perder el flujo de leche y lo hicieron sustituyendo al bebé por cachorrillos de perro. Cuando llegaban a Madrid se reunían cerca de la Plaza Mayor a la espera de que alguien contratase sus servicios.
Al mismo tiempo se daba el caso también de madres que tenían niños a los que no podían dar de mamar y que no podían permitirse una nodriza. Así nació "La gota de leche" que era un lugar donde además de facilitar la alimentación láctea del niño, también prestaban asistencia pediátrica. El pago dependía de la posición social de los pacientes, siendo gratis para los más pobres.
El primero de estos centros del que se tiene referencia en España se sitúa en Barcelona (Dr Vidal, 1890), Consultorio de Enfermedades de los Niños, donde dispensaba de forma gratuita leche esterilizada y otros alimentos básicos para los menores de 13 años. Con el tiempo daría lugar a La Gota de Leche del Hospital de los Niños Pobres, donde se recogía leche de donantes para repartirla entre los más necesitados.
El éxito en la reducción de la mortalidad infantil hizo que ambos, tanto los Consultorios como Las Gotas de Leche, se extendieran rápidamente y así en España a Barcelona le siguieron Las Gotas de Leche de San Sebastián (1903), Bilbao y Madrid (1904), Mahón, Málaga y Sevilla (1906)...
¿Cómo funcionaban? Realmente se sabe que además de suministrar leche, también prestaban servicio de consulta hasta la edad de 15 años y asesoraban a las madres sobre la higiene infantil y el cuidado del bebé; en algunos casos se daban premios a las madres que mejor cumplían con el cuidado de los niños; también amonestaciones y hasta supresión de entrega de biberones a las madres que no seguían los consejos médicos.
Aquí podéis ver un ejemplo de impreso que se les entregaba a las madres dentro del programa de educación maternal. Como veis, ya aquí se fomentaba la lactancia materna. Se puede leer: ...solo se dará biberón cuando no haya otro remedio...
Y propaganda de la lactancia materna en Las Gotas de Leche en el Primer Congreso Americano del Niño
El Consultorio o Gota de Leche consistía en una sala de espera, cuarto de reconocimiento médico, sala de consulta y sala de entrega de biberones. La mayoría contaban con toda la maquinaria necesaria para preparar la leche, algunas incluso podían "maternizar" la leche de vaca (se añadían sustancias como agua, lactosa o sal y se centrifugaba para asemejar la proporción de grasas a la leche materna). Era común que tuviesen como proveedores a vaquerías privadas aunque las más grandes disponían de sus propios establos con vacas y una red de transportes amplia.
Aunque no existen estadísticas al respecto y es difícil cuantificar su influencia se piensa que gracias a la implantación de Las Gotas de Leche y Los Consultorios Infantiles la mortalidad infantil descendió de forma importante durante el siglo XX; así en 1900 esta tasa era del 20%, en 1930 del 10%, en 1950 del 5.4% y en 1970 no llegaba al 2%. Esta tendencia a disminuir sólo se vio interrumpida en algunos momentos puntuales de la historia como la epidemia de gripe de 1918 o la Guerra Civil a finales de los años 30.
A pesar de que no son tantos los años que han pasado parece que esta parte de nuestra historia anda muy lejos en nuestras memorias...y no os quiero ni contar en la de nuestros descendientes!
A estas alturas de la película hablarles a los jóvenes de La Gota de Leche y el por qué de su existencia, sería lo más parecido a explicarles la física del bosón de higgs.
Cuando el problema no es encontrar leche sino decidir entre las muchas existentes y entre los numerosos y variados productos para criar a los más pequeños...¿de verdad existió una época en la fue necesario crear La Gota de Leche?...
Existió! y era "la leche de buena"!!
¡Fantástico Pilar!¿De dónde has sacado tanta información?
ResponderEliminarGracias Vicky. Ya sabes que me encanta leer...
EliminarNos vemos pronto. Besos!
Fantástico artículo¡ Enhorabuena.
ResponderEliminarDr Peinado
Gracias!
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