La complejidad de la sexualidad se manifiesta tanto en la salud como en la enfermedad ya que representa un aspecto central del ser humano a lo largo de toda su vida. Además del sexo, abarca otros aspectos importantes como el erotismo, la vinculación afectiva y la reproducción. Los seres humanos la vivimos y expresamos de diferentes formas dependiendo de nuestros deseos, fantasías, valores, creencias y pensamientos, entre otras cosas.
Hoy me pongo manos a la obra decidida a abordar un tema que me parece muy interesante y que afecta de forma directa e indirecta a muchas personas alérgicas.
Según la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS), dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Son fundamentales para este concepto el derecho a la información sexual y el derecho al placer.
Para ser eficaz, la promoción de la salud sexual no puede separar la esencia de la sexualidad humana en partes, ocuparse solo de algunos aspectos y fingir que otros no existen. El placer no es tan solo un anhelo, sino que es tal vez el factor de motivación más poderoso del comportamiento sexual. Sería una equivocación pasar por alto la función del placer sexual en la realización y la felicidad del ser humano.
Los profesionales de la salud solemos sentirnos incómodos o inhibidos a la hora de interrogar sobre aspectos de la sexualidad de nuestros pacientes. Sentimos estar invadiendo territorios prohibidos o vedados, y otras veces, tampoco sabemos cual es la mejor forma de hacerlo ni que tipo de preguntas son las más adecuadas. Exceptuando algunas horas dedicadas en Psiquiatría, Ginecología y Urología, en el resto de especialidades tenemos escasos conocimientos sobre la sexualidad humana desde el punto de vista médico, no es una materia que se estudie de forma reglada en la carrera de Medicina. Esta falta de conocimientos científicos sobre el tema conduce a una sensación de incompetencia por parte del profesional, y a la incomodidad y el desamparo por parte de la persona que necesita consultar.
Esta ignorancia que nos limita e intimida debería hacernos reflexionar. Los médicos debemos estar preparados para abordar estas alteraciones desde el máximo respeto, mostrarnos receptivos, escuchar lo que nos dicen y lo que nos transmiten con o sin palabras, informarnos y estudiar las patologías más frecuentes y saber orientarlas, dándoles siempre la importancia que merecen.
Las enfermedades crónicas, entre ellas las alérgicas, y sus tratamientos, además de afectar a diferentes órganos del cuerpo, pueden provocar problemas sociales, laborales, familiares, de pareja y de autoestima. Todos estos problemas acaban afectando, de una forma u otra, a la vida sexual. De igual modo que los médicos de alergia preguntamos a los pacientes sobre la calidad del sueño, los hábitos en la dieta y la práctica de ejercicio físico, también deberíamos preguntar a las personas adultas sobre su sexualidad. Es cierto que nos vemos muy limitados por el escaso tiempo del que disponemos en la consulta, pero unas preguntas sencillas y claves nos pueden dar una idea aproximada de si existe alguna alteración o preocupación por parte del paciente que necesite nuestra ayuda.
La sexualidad no desaparece hasta la muerte, aunque se manifieste de formas distintas a lo largo de la vida siempre nos acompaña.
Esta ignorancia que nos limita e intimida debería hacernos reflexionar. Los médicos debemos estar preparados para abordar estas alteraciones desde el máximo respeto, mostrarnos receptivos, escuchar lo que nos dicen y lo que nos transmiten con o sin palabras, informarnos y estudiar las patologías más frecuentes y saber orientarlas, dándoles siempre la importancia que merecen.
Las enfermedades crónicas, entre ellas las alérgicas, y sus tratamientos, además de afectar a diferentes órganos del cuerpo, pueden provocar problemas sociales, laborales, familiares, de pareja y de autoestima. Todos estos problemas acaban afectando, de una forma u otra, a la vida sexual. De igual modo que los médicos de alergia preguntamos a los pacientes sobre la calidad del sueño, los hábitos en la dieta y la práctica de ejercicio físico, también deberíamos preguntar a las personas adultas sobre su sexualidad. Es cierto que nos vemos muy limitados por el escaso tiempo del que disponemos en la consulta, pero unas preguntas sencillas y claves nos pueden dar una idea aproximada de si existe alguna alteración o preocupación por parte del paciente que necesite nuestra ayuda.
En los siguientes artículos os explicaré como la alergia afecta a nuestra vida sexual, lo hace de muchas formas y casi sin darnos cuenta.
Para facilitar la lectura he decidido escribirlos en forma de trilogía, al estilo de "50 sombras...", aunque yo no espero alcanzar el puesto número uno en ventas; tan solo contribuir en la comprensión y desarrollo de una vida sexual óptima en los pacientes alérgicos.
Para facilitar la lectura he decidido escribirlos en forma de trilogía, al estilo de "50 sombras...", aunque yo no espero alcanzar el puesto número uno en ventas; tan solo contribuir en la comprensión y desarrollo de una vida sexual óptima en los pacientes alérgicos.
La disposición será la siguiente:
1. La extraña alergia al semen: su relación con la alergia al perro y su implicación como causa de infertilidad.
2. La alergia y las medidas anticonceptivas: hormonas, DIU, preservativos, espermicidas.
3. La alergia "Sex Shop": los lubricantes y los juguetes eróticos.
Creo que me he enterado regular....o que me he quedado a medias...jejeje
ResponderEliminarSeguire leyendo a ver si asi me quedo totalmente satisfecha!!!
Besooooss