No sé porqué pero no lo hacemos bien.
Siempre decimos que por falta de tiempo, la verdad es que es una coletilla que nos hemos acostumbrado a utilizar para todo en esta sociedad y los médicos no nos íbamos a quedar atrás.
Con frecuencia somos expertos diagnosticando y poniendo tratamientos con fármacos, pero solemos dedicar poco tiempo a explicar de forma detallada una de las partes más importantes en todo control de una enfermedad: la prevención.
En el caso de la Dermatitis Atópica (DA) con unas normas básicas y sencillas conseguimos alargar ese espacio libre de síntomas y acortar las fases de brotes haciéndolas más soportables.
La piel del paciente con DA debe cuidarse con mucha paciencia y de forma muy constante.
Para conseguirlo nos apoyamos en tres pilares fundamentales:
1. La limpieza
2. La hidratación
3. Evitar los factores irritantes
Esto que parece fácil, en realidad no lo es. Los motivos son variados pero principalmente durante mis años de alergóloga he observado que:
- Somos capaces de medicarnos cuando estamos mal sin dudarlo, pero nos cuesta horrores hacer prevención estando sanos para evitar caer en la enfermedad. Hasta que no le vemos las orejas al lobo no reaccionamos...
- Cada uno es cada uno...es decir, a unos les irá mejor una cosa y a otros la contraria. Generalizar es un gran error, por eso las normas escritas se deben explicar de forma directa a cada paciente según sus circunstancias.
- Una "vecina" dispuesta a hablar y a escucharnos tranquilamente tiene un poder infinitamente mayor que el minuto que tarda el médico en darnos su papel de normas de prevención.
- La credibilidad en las cosas que leemos en internet, aunque no estén demostradas científicamente, es cada vez mayor. El problema aparece cuando aceptamos y seguimos consejos inadecuados ya que las consecuencias médicas pueden ser importantes.
Todo esto contribuye a que no consigamos poner orden en aspectos tan importantes para la salud como es la prevención de la enfermedad.
Para que os hagáis una idea: actualmente todavía sigue siendo tema de controversia la cuestión del baño en la dermatitis atópica.
Mejor ducha o bañera?
Cuánto tiempo?
A qué temperatura tiene que estar el agua?
A qué temperatura tiene que estar el agua?
Con o sin jabón?
Cuándo pongo la crema hidratante?
Cuántas veces al día?
Estas son vuestras preguntas más frecuentes. Intentaré resolverlas desde el sentido común y la experiencia sin dejar de lado lo que dice la ciencia.
¿Es aconsejable bañar al niño cada día o solo cuando esté sucio?
¿Es aconsejable bañar al niño cada día o solo cuando esté sucio?
Las opiniones aquí son muy diversas, ni siquiera los médicos nos ponemos de acuerdo.
Personalmente la experiencia me ha enseñado que el baño es un momento importante de tranquilidad y de disfrute para el niño, le ayuda a relajarse y esto supone un factor clave en el control de la dermatitis. Mientras juega, el agua va humedificando la piel, eliminando costras y limpiándola de los gérmenes que se han acumulado durante el día. El niño se relaja y disminuye el picor.
El problema aparece si el agua está muy caliente o los productos que utilizamos para bañarlo le irritan la piel empeorando los síntomas.
Por este motivo es importante seguir una serie de consejos:
- El mejor momento es al atardecer o antes de cenar para así disminuir el estrés, el picor y la sequedad antes de dormir.
- El agua ha de estar calentita pero no demasiado. La temperatura que sea agradable (unos 33ºC) y vigilar que no se vaya enfriando.
- No pasarnos tampoco con el tiempo aunque el niño nos lo suplique. El ratito de bañera no debe sobrepasar generalmente los 10-15 minutos. Cuando las yemitas de los dedos se empiezan a arrugar ya deberiamos sacarlos del agua, en ese momento la piel está perfecta para absorber las cremas hidratantes.
- Utilizar soluciones de avena para echar en el agua de la bañera, suavizan mucho la piel. Cuidado porque hay niños en los que la avena les pica, generalmente los que tienen alergia a polen de gramíneas ya que la avena es una de ellas; en ese caso debe evitarse su uso también en cremas.
- Los baños de aceite (aceite de parafina o lanolina) son bien tolerados y ayudan a mantener la piel hidratada. Hay que poner antideslizante en la bañera para evitar golpes ya que resbalan mucho.
- El jabón tiene que ser suave, de pH ácido (5.5) o neutro, para que no dañe la capa grasa de la piel, ya de por sí defectuosa en la dermatitis atópica. Los más adecuados son los denominados "syndet" (jabones sin detergentes) que tienen la ventaja de que forman espuma y limpian la piel sin alterar su manto ácido, que es el que nos protege de las infecciones.
- Es mejor evitar la utilización de esponjas ya que por fricción pueden dañar la piel atópica.
- Al salir, nada de frotar con la toalla, se tiene que secar la piel de forma delicada, dando pequeños toquecitos. La toalla que sea de algodón.
- Está totalmente prohibido usar el secador del pelo para secar la piel. Lo comento porque algunos pacientes me han dicho que lo hacían para evitar sentirse "húmedos". Es un error muy grande ya que la piel se resecará excesivamente y esto hará que aumente mucho el picor y las lesiones por rascado.
- Las uñas cortas y limpias, así se evitarán las posibles infecciones por rascado.
Si un día observamos que el niño está muy mal y preferimos no bañarlo, no pasa nada, existen también lociones para limpiar en seco, sin necesidad de usar agua; se frota con suavidad sobre la piel y después se retira con una toallita seca.
Y también lo contrario, un día especial, de vez en cuando, como premio y si no está muy mal de la dermatitis, se le puede dejar en la bañera unos minutillos más, seguro que después duerme como un angelito...
¿Cuándo es el mejor momento para ponerle la crema hidratante?
Siempre en cuanto salga de la bañera y se seque con cuidado, con la piel ligeramente húmeda, así penetra mucho mejor e hidrata más.
El tema de las cremas daría para otro artículo en el blog, os resumiré lo más importante en estos puntos:
- La piel del niño atópico es muy seca y debe hidratarse a diario utilizando productos adecuados y vigilando que no le produzcan irritación.
- Se utilizan productos hidratantes, también llamados emolientes, específicos para la DA ya que aportan los lípidos (grasas) necesarios para la piel.
- Existe una gran variedad de presentaciones según la composición y la consistencia: loción, baño coloidal, aceite, leche, pomada, crema. Su uso dependerá de la zona y del tipo de piel.
- Si ves que la crema que le pones a tu hijo no le va bien, no desesperes, merece la pena probar con otras hasta encontrar la que mejor se adapte a su piel. Por ejemplo: hay niños que no toleran las cremas con avena y a otros les funcionan muy bien.
- Las cremas que tienen urea en su composición no deben entrar en contacto con la piel irritada o con lesiones ya que producen picor, sobre todo si su concentración es mayor del 5%.
- Solo se pondrán sobre la piel sin lesiones, libre de eczemas ya que pueden irritarlas y empeorarlas. Es decir, se aplican sobre la piel seca para prevenir el picor y el rascado y así se evita que aparezcan las lesiones.
- Algunos niños pueden presentar alergia por sensibilización después de utilizarlas durante un tiempo. En ese caso, se recomienda parar su uso y acudir al médico para que recomiende una alternativa.
- Es muy importante que todos los productos que utilicemos para la piel atópica sean libres de fragancias (sin perfumes) ya que irritan la piel y su capacidad para desencadenar alergia es muy alta.
- No podemos olvidar que si el niño tiene asociada alergia a alimentos, las cremas deben estar libres en su composición de derivados de dichos alimentos. Por ejemplo: aceite de almendras en caso de alergia a frutos secos.
- Debemos asegurarnos de que el niño con DA tenga su crema en el colegio o en la guardería, y que se la pueda aplicar cada vez que sienta picor o que se le reseca la piel. Especialmente para después de actividades como la natación en piscinas.
- Las cremas se deben aplicar por todo el cuerpo, con un ligero masaje, sin frotar. La frecuencia de aplicación dependerá de cada niño y del estado de su piel. Hay niños que necesitarán cuatro veces al día o más y para otros con una vez será suficiente.
- Una zona que se suele olvidar son las orejas y su pliegue de unión con la piel del cuello, aquí con frecuencia salen fisuras, pequeñas grietas, en los atópicos, al quitar la ropa por la cabeza (jerseis, camisetas) se produce una lesión por tracción que suele ser muy molesta y que a menudo pasa desapercibida. No nos olvidemos de vigilar e hidratar bien esa zona.
- Suele ir muy bien para calmar el picor poner algo fresquito sobre la zona, así que yo le digo a mis pacientes que tengan en la nevera un botecito de su crema y que cuando tengan picor en una zona del cuerpo en vez de rascarse se pongan esta crema. El frescor les aliviará mucho y la crema al hidratar mejorará el picor. Consigues dos cosas con una sencilla acción.
- En invierno, por el frío y la calefacción la piel se seca más, es necesaria más hidratación, especialmente en párpados y labios.
- Mientras el niño duerme se le puede poner en las zonas más secas (orejas, labios, párpados, flexuras...) vaselina sin perfume ya que tiene un alto poder de hidratación. Al ser espesa no es bien tolerada durante el día por la incomodidad que produce.
El momento de aplicar la crema a tu hijo después del baño debe ser un momento especial, tranquilo, sin agobios, un momento de compartir esa unión mediante el tacto y las caricias. El niño se tranquilizará, notará tu cariño, algo muy importante para el atópico, disminuirá el picor y se relajará consiguiendo con ello dormir mejor.
Son 10 minutos para los dos. Se consigue mucho con tan poco...