Actualmente se habla de la alergia como la epidemia del siglo XXI, tanto es así que en el 2025 se prevee que casi el 50% de la población tenga algún tipo de alergia. Usted o algún familiar cercano seguro que entrarán en esa estadística futura. Mi pasión por mi trabajo me ha llevado a crear este blog, con el que me lanzo a la autopista de las redes sociales con el fin de aportar mi experiencia y conocimientos para que la persona alérgica sea capaz de asumir su enfermedad, comprenderla y convivir con ella de la forma más natural y equilibrada posible. El reto es grande pero la ilusión es mayor.

7 de diciembre de 2014

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ANISAKIS

 
Cuando hace una semana le diagnostiqué a Carmen, una vivaracha mujer de 73 años, que tenía alergia al anisakis, me dijo algo que me sorprendió: "Eso es imposible doctora, usted está equivocada, tiene que volver a hacerme todo el estudio, seguro que hay un error. Yo no puedo ser alérgica al pescado, me encanta, y tomo cada día salmón ahumado como aperitivo antes de las comidas. Sin eso no voy a poder vivir. Estoy segurísima que esas ronchas me salen por la crema de papaya que me pongo por las mañanas. No se lo tome a mal pero los médicos también se equivocan ¿verdad?".
 
Pues sí, los médicos somos humanos y también nos podemos equivocar, pero este no era el caso, y me tocó explicarle a Carmen con calma en qué consistía su alergia al anisakis y qué podía hacer para convivir con ella de la mejor manera posible.

¿Qué es el anisakis?
Os iba a dar una definición muy científica de lo que es este parásito, pero creo que lo mejor es nombrarlo como lo hace la gente cuando le enseño una foto del protagonista: "Ese gusanillo tan asqueroso que tiene el pescado". Así de simple.
El anisakis es un parásito que pasa su ciclo vital en el tubo digestivo de peces y mamíferos marinos, donde vive a costa de ellos. Los humanos somos un huesped accidental en su complicado ciclo biológico. Cuando el ser humano ingiere pescado infestado, este gusano puede causarle alteraciones digestivas y reacciones alérgicas

¿Se puede ver en el pescado? ¿Cómo es?
No es fácil poderlo observar a simple vista ya que es de pequeño tamaño (de entre 3 y 5 cm de largo y 1 o 2 mm de diámetro) y de color claro, casi transparente. Esto hace que pase inadvertido entre los tejidos, sobre todo si son de color blanco (merluza, boquerones en vinagre, etc.). A pesar de eso, si nos fijamos bien y el parásito está crecidito, podemos llegar a verlo especialmente en la zona central del pescado, alrededor de los intestinos.
 

 
 ¿Dónde lo podemos encontrar?
Prácticamente todos los pescados y cefalópodos (calamar, pulpo, sepia) que consumimos habitualmente pueden tener la larva de anisakis.  Entre ellos destacan el bacalao, la merluza, pescadilla, sardina, boquerón, abadejo, arenque, salmón, caballa, bonito y jurel. Dentro de los cefalópodos el más parasitado es el calamar.
Incluso podemos encontrarlo en los peces de piscifactorías que hayan sido alimentados con especies infestadas por anisakis.
Sin embargo están libres de este parásito los peces de río (trucha de agua dulce), los crustáceos (gamba, langostino, camarón, bogavante, cangrejo) y bivalvos (almeja, mejillón, ostra, etc.).

Aunque afecta a todos los países donde el consumo de pescado es habitual, existen diferencias en cuanto al grado de parasitación dentro de las zonas de pesca. Así, el pescado que viene del Mediterráneo presenta muy poca parasitación de anisakis (6%) en contraste con el que procede del Cantábrico (50%) y del Atlántico (36%). Esto hace que la alergia y las manifestaciones clínicas digestivas por consumo de anisakis sean especialmente frecuentes en la zona norte y centro de nuestro país, frente a la zona mediterránea.

¿Cómo nos contagiamos?
El ser humano es un huesped accidental, debido a la ingestión de pescados contaminados. Nos contagiamos al consumir pescado crudo, poco cocinado o ligeramente curado o condimentado. Son hábitos alimentarios que se dan en diferentes países. Así tenemos el sushi o sashimi en Japón, los arenques salados en Holanda, los boquerones en vinagre en España o el ceviche en América latina como ejemplos de causas frecuentes de contagio.
Cualquier pescado y cefalópodo puede estar parasitado por anisakis.


 
¿Puedo comer pescado si tengo alergia al anisakis?
La alergia al anisakis no es una alergia al pescado.
No hay que tener pánico a comer pescado ni calamares. La persona afectada puede comerlos sin problemas siempre que siga una serie de cuidados para que este parásito no llegue con vida al interior de su organismo. Estas normas os las explicaré más adelante. Son muy sencillas.
Una cosa tiene que quedar clara: el hecho de que el pescado te lo vendan en un sitio de confianza no implica que no haya anisakis, ni el hecho de que el pescado tenga anisakis implica que no sea de calidad.

¿Qué enfermedades nos puede producir? ¿Son graves?
El consumo de anisakis nos puede desencadenar varias enfermedades:

1. Anisakiosis o infección humana por anisakis:
Ocurre cuando las larvas de anisakis penetran en nuestro tubo digestivo tras comer pescado infestado.
Lo más habitual es que se eliminen con las heces sin más consecuencias o bien, si están vivas, se pueden enganchar a la mucosa del tubo digestivo originando diferentes cuadros clínicos dependiendo de la zona afectada.
              - Forma gástrica: los síntomas aparecen a las pocas horas (<12h) después de comer pescado, coincidiendo con el momento justo en que la larva penetra en la pared del estómago. Lo más frecuente es dolor intenso en la zona alta del abdomen junto con naúseas y vómitos. Realmente estos síntomas no se producen por la larva sino por nuestra reacción contra algo que desconocemos, contra un cuerpo extraño. Como el gusano no suele sobrevivir en nuestro aparato digestivo, los síntomas desaparecen solos sin necesidad de tratamiento excepto para calmar el malestar abdominal.
              - Forma intestinal: los síntomas aparecen más tarde, entre dos y tres días después de consumir el pescado contaminado. Además de dolor, naúseas y vómitos, también se producen síntomas de alteración del ritmo intestinal como estreñimiento y diarreas.
En ocasiones puede dar lugar a situaciones más graves al originar obstrucción y oclusión intestinal. Los síntomas se parecen a los de una apendicitis aguda y en urgéncias se pueden confundir.
              - Forma extragastrointestinal: es muy poco frecuente pero ocurre cuando las larvas consiguen perforar completamente la pared digestiva y emigrar a otras partes del cuerpo como el pulmón, páncreas, hígado...Cuando esto ocurre puede ser necesaria la cirugía.  



2. Alergia al anisakis:
Todo esto se complica si se produce una sensibilización. Es decir, si nuestro sistema inmunológico crea anticuerpos específicos durante el contacto con estos bichitos y, en caso de producirse una nueva ingesta originaría la reacción alérgica con síntomas variados que pueden ir desde picor, urticarias (ronchas en la piel), edemas (hinchazón de labios, párpados) hasta el shock anafiláctico con riesgo de muerte. Una vez que nos hemos sensibilizado cualquier contacto posterior, incluso con partículas minúsculas de las larvas de anisakis vivas, nos provocará reacciones alérgicas.
Este cuadro alérgico se suele desencadenar dentro de las primeras cuatro horas tras comer pescado contaminado.


3. Anisakiosis gastroalérgica:
Ocurre cuando aparecen síntomas alérgicos acompañados de síntomas digestivos. Existe una sensibilización alérgica y además también una parasitación del aparato digestivo con larvas de anisakis. Los síntomas digestivos suelen ocurrir antes que los alérgicos y generalmente dentro de las primeras 6 horas tras ingerir el pescado parasitado.

¿Éxisten pruebas para diagnosticar la alergia y la parasitación por anisakis?
La mayor sospecha nos la da la historia que nos explica el paciente. Nosotros tenemos que insistir en buscar la causa con preguntas tipo: ¿Qué ha comido en las últimas 24 horas?, ¿Suele comer pescado poco cocinado? ¿Cuándo empezó a notar la reacción?. 
Los síntomas suelen aparecer a las pocas horas o minutos de comer pescado poco hecho o crudo. En nuestro país es típico comer los boquerones en vinagre; y cada vez hay más adeptos también a la comida oriental japonesa. Estas son dos causas importantes de infestación por anisakis.  

1. La sensibilización o alergia se confirma mediante
                  -  Las pruebas de alergia cutáneas: consisten en poner unas gotitas en el antebrazo que contienen estractos del parásito y de diferentes pescados. Se puncionan levemente con una lanceta y se observa si existe reacción a los 15 minutos. El diagnóstico será positivo si aparece un habón (ronchita) para el anisakis y negativa para los pescados.
Esta prueba se debe realizar siempre en la consulta de alergia.


 
 
                   - Análisis de sangre: se determina la IgE específica para anisakis. Valores por encima de 0.35 KU/l indican contacto o sensibilización, pero hasta que no alcanzan niveles de 3.5 KU/l no consideramos que sea una alergia propiamente dicha. Dependerá también de la historia clínica del paciente.  
Actualmente disponemos de pruebas en sangre más específicas como los antígenos recombinantes que nos ayudan mucho para poder confirmar este diagnóstico.
 
2. Para diagnosticar la parasitación digestiva hay que hacer una endoscopia y, en el caso de poder ver la larva, se debe extraer en ese momento con ayuda de unas pinzas. 

 
 
¿Puedo tener las pruebas positivas y no ser alérgico?
Eso puede ocurrir, de hecho es algo que con frecuencia observamos en la consulta. Entre la población general aproximadamente encontramos que el 15% van a presentar pruebas positivas para anisakis pero de ellos, sólo el 1% presentan síntomas de alergia cuando consumen la larva viva. La explicación está en que nos podemos sensibilizar pero no llegar a desarrollar la alergia o desarrollarla más adelante. Es lo que se llama una sensibilización subclínica.
Es importante saber que un resultado positivo en las pruebas de alergia indica que el paciente ha estado en contacto con Anisakis y está sensibilizado, pero no que lo tenga en ese momento.


¿Se cura la alergia al anisakis?
Desgraciadamente no. Aun no disponemos de ningún tratamiento que elimine de forma permanente esta alergia. La única solución por ahora es no ingerir las larvas vivas para evitar desencadenar un cuadro alérgico. No olvidemos que la alergia puede originar cuadros muy graves en la persona, incluso puede llegar a producirle la muerte por un choque anafiláctico.

¿Qué puedo hacer para evitar que el anisakis me produzca una reacción?
Lo único que podemos hacer es evitar ingerir larvas vivas de anisakis. Lo más fácil sería poderlas eliminar totalmente del pescado antes de su consumo, pero eso es "misión imposible" ya que estas larvas son tan pequeñas que habitualmente no las podemos ver a simple vista. Su color blanquecino se confunde además entre la carne del pescado.
Por este motivo, la única forma de prevenir que al ingerirlas nos desencadenen una reacción, es evitando la ingesta de cualquier pescado que esté crudo o poco cocinado si no ha sido previamente congelado.
Las larvas se mueren con el frío y con el calor extremo. La larva muerta no produce alergia ya que no secreta la sustancia capaz de originar la respuesta de nuestro sistema inmunológico. Así que bastaría simplemente con matar las larvas antes de consumir el pescado.


RECOMENDACIONES MUY IMPORTANTES:
Tanto para pescados como para cefalópodos (calamar, pulpo, sepia)

- Evitar consumirlos crudos o poco cocinados.

- Evitar el consumo de pescado poco procesado como: ahumado, en vinagre, en escabeche, marinado, carpaccio, ceviche y sushi.

- Para matar la larva tenemos dos opciones:
             1. Cocinar a una temperatura superior a 60º durante al menos dos minutos. Preferible horno, cocción o fritura. Evitar microondas y plancha.
             2. Congelar el pescado a -20º durante tres días mínimo.


Lo ideal es congelar antes el pescado para reducir el riesgo a cero. Es una forma de matar la larva y poderlo comer luego como queramos, poco hecho, crudo, en vinagre, etc. Lo mejor es la ultracongelación en alta mar (por ejemplo Pescanova) pero si lo congelamos en casa durante al menos 72 horas a -20º (frigoríficos 3-4 estrellas) ya sería suficiente. Si la temperatura de congelación de su frigorífico es de -18º se debe congelar el pescado durante una semana.

Estas mismas medidas se han establecido como obligatorias para los establecimientos de restauración (bares, comedores, restaurantes, hoteles, etc.) cuando sirven platos de pescado crudo o poco cocinado. En España según Real Decreto 1420/2006.

¿Qué tengo que hacer si me aparece una reacción alérgica?
Si le han diagnosticado una alergia al anisakis, su alergólogo le habrá explicado qué tipo de medicación tiene que tener siempre consigo y cómo la debe de utilizar.
Las recomendaciones varían en función de los síntomas que presente pero de forma general son las siguientes:
- Si la reacción es leve y afecta sólo a la piel (ronchas, inflamación de labios, párpados, picor) es suficiente con un antihistamínico oral. Puede administrar también un corticoide para ayudar a bajar la inflamación posterior.
- En el caso de aparecer síntomas de asma con dificultad para respirar y tos seca, debe aplicarse un inhalador broncodilatador tipo salbutamol y acudir al médico.
- Si los síntomas son graves compatibles con una anafilaxia (inflamación de garganta, taquicardia, mareo, pérdida de conocimiento, etc.) se debe de poner la adrenalina autoinyectable y acudir de forma urgente al Centro hospitalario más cercano llamando al 112.

Siempre hay que estar muy atentos si aparecen síntomas digestivos (dolor abdominal, naúseas, vómitos, diarreas, estreñimiento) para comentarlo con el médico y realizar una endoscopia. Si esta se realiza de forma precoz con frecuencia se puede observar a la larva de anisakis penetrando por la mucosa del tubo digestivo y se puede extraer en ese mismo instante. De esta forma todos los síntomas desaparecerían en pocas horas.

 

Una vez que le hube explicado a Carmen en qué consistía la alergia al anisakis y qué tenía que hacer para evitarla, le pedí que me preguntase todas sus dudas y aquí tenéis algunas de las más importantes con sus respuestas correspondientes:


¿Puedo comer pescado sin congelar?
Sí, pero sólo el que es exclusivamente de río o pantano, como la trucha y la carpa.

¿Puedo comer pescado envasado como las latas de conserva?
Las semiconservas en lata, o en vidrio como las anchoas, el atún ,etc. no suelen dar problemas. Tampoco lo suelen hacer los pescados desecados salados como el bacalao o las mojamas.

¿Puedo comer marisco?
Puedes comer moluscos bivalvos crudos (almejas, coquinas, ostras y mejillones). También puedes comer crustáceos (gambas, langostinos, camarones, cigalas, centollos, nécoras, percebes y cangrejos de mar) pero no puedes comer cefalópodos como calamar, pulpo y sepia, que no hayan sido previamente congelados.

¿Y los boquerones en vinagre cómo los puedo comer?
Este plato típico tan español es de las principales causas de alergia a anisakis en nuestro país. El problema radica en que es un pescado que se consume fresco y la larva de este parásito sobrevive hasta dos meses en vinagre. Además, el gusano suele pasar totalmente desapercibido ya que el vinagre hace que el boquerón se vuelva más claro de color y la larva no se puede ver al ser blanca. A veces incluso puede aparecer en la salsa de vinagre.
¿Significa eso que hay que olvidarse de este exquisito manjar? En absoluto. Lo podremos comer sin problemas si antes de elaborarlos congelamos los boquerones al menos tres días a -20º como os he comentado antes.
Si esto no se hace así, el peligro de parasitación y de alergia en los consumidores es muy importante, por este motivo debemos asegurarnos si los compramos ya hechos, que han sido elaborados con pescado congelado.



¿Y el salmón ahumado puedo comerlo?
Ya sabéis que Carmen es una forofa del salmón ahumado, por eso creo que esta pregunta se la dejó para el final...pendiente de mis palabras...
Aunque los salmones se crían en piscifactorías, las granjas no están cerradas y durante una fase de su crecimiento se ponen en zonas del mar resguardadas con agua de alta calidad. A pesar de eso en dicha agua pueden existir restos fecales de focas con larvas de anisakis que pueden contaminar a los salmones si los ingieren.
Es evidente que la parasitación es rara, pero no podemos decir que sea imposible. Por este motivo se aconseja congelar en casa el salmón ahumado que vayamos a consumir. Especialmente en el caso de que seamos alérgicos.




Pienso que le ha quedado todo claro pero le resumo lo más importante en estos seis párrafos:
  • - El anisakis no provoca alergia al pescado. Se puede ser alérgico al anisakis y no al pescado.
  • - El anisakis se encuentra en todos los pescados (excepto los de río) y en los cefalópodos (como el calamar).
  • - Se puede comer pescado poco cocinado siempre que haya sido previamente congelado a una temperatura adecuada.
  • - La larva de anisakis se muere si la sometemos a congelación (-20º mínimo 3 días).
  • - Si aparecen síntomas de alergia tras comer pescado debe acudir al alergólogo para que efectúe las pruebas adecuadas y confirme si se trata de una alergia al anisakis o al pescado en sí.
  • - Los alérgicos a anisakis deben llevar siempre la medicación pautada por su alergólogo.
 
Carmen es una paciente encantadora, muy curiosa y con un afán de comprender las cosas envidiable. Todas las veces que ha venido a la consulta lo ha hecho con una sonrisa y contenta de poder comer pescado aunque sea congelado. Se ha convertido en una experta en la materia, hasta ha asignado un cajón específico por compartimentos de mayor a menor tiempo de congelación en su frigorífico. Increíble!
Y lo más importante...desde que hace todas las cosas correctamente no ha vuelto a tener nunca más esas ronchas tan molestas que le preocupaban tanto.



 

25 de mayo de 2014

LA ALERGIA A LA LACTOSA NO EXISTE

 

 
Este artículo se podría empezar con una pregunta tipo test, como la de los exámenes de toda la vida. Sería algo así como:
 
Señale con una x la respuesta que considere verdadera (puede existir más de una):
 
1. Soy alérgico a la lactosa
2. Soy alérgico a las proteínas de la  leche
3. Soy intolerante a la lactosa
4. Soy intolerante a las proteínas de la leche
 
 
 
 
 ¿REALMENTE QUÉ ES LO QUE SOY?
 
Puede ser que usted no tenga ninguna de estas alteraciones y que pueda tomar productos lácteos sin problemas para su salud, estupendo; pero aún así, este artículo también puede serle de utilidad ya que le puede ayudar a conocer las diferencias entre una intolerancia y una alergia. Aunque sea simplemente para poder hablar con propiedad.
 
La leche nos puede producir dos tipos diferentes de problemas a nivel de la salud y hay que saber diferenciarlos bien ya que sus síntomas, consecuencias y modos de actuación van a ser muy diferentes.
 

1. ALERGIA A LA PROTEÍNA DE LA LECHE:

Siempre que decimos que una persona es alérgica a la leche, significa que existe una alteración de su sistema inmunológico, de manera que este reacciona de forma equivocada frente a las proteínas que componen este alimento. Suele afectar sobre todo a niños muy pequeños y sus síntomas pueden ser muy variados, llegando a implicar a diferentes órganos y pudiendo producir reacciones muy graves e incluso la muerte por anafilaxia.

Los síntomas que podemos observar son:
Cutáneos: urticaria, rash, eritema y edema.
Digestivos: picor en lengua, paladar y garganta, diarrea, sangrado en las heces, dolor abdominal, reflujo, rechazo de las tomas en los niños pequeños.
Respiratorios: rinoconjuntivitis (picor de nariz y ojos, estornudos, lagrimeo, mucosidad), asma, sibilancias, tos.
Anafilaxia/shock anafiláctico que puede desencadenar la muerte de la persona afectada.  

El diagnóstico lo realiza el médico alergólogo mediante pruebas específicas en piel, en sangre y la provocación oral. En ocasiones también es necesario la realización de endoscopia con biopsia.

En este tipo de reacción no va a influir la cantidad de proteína láctea ingerida; es decir, con una mínima ingesta (incluso de trazas) ya se puede originar una reacción muy grave. De ahí la importancia de una dieta estricta exenta de cualquier tipo de producto lácteo.

El mejor tratamiento es la prevención, pero si por error se ingiere algún tipo de derivado lácteo, la persona siempre tiene que llevar consigo la medicación necesaria para revertir una reacción grave; esta medicación es la adrenalina autoinyectable.


 
 
 2. INTOLERANCIA A LA LACTOSA:
 
En esta intolerancia se produce una alteración en la digestión del azúcar de la leche, la lactosa, a nivel intestinal. Existe un déficit en la enzima que tiene que digerirla (la lactasa) y la lactosa pasa al resto del intestino produciendo los síntomas característicos de la enfermedad.

Estos síntomas ocurren exclusivamente a nivel intestinal y son: dolor abdominal, gases, acidez, diarrea, defecación explosiva, naúseas.
Nunca van a originar síntomas en otros órganos o sistemas del cuerpo y, jamás van a desencadenar una reacción grave como la anafilaxia, por lo que el riesgo de muerte con la ingesta de lácteos en los intolerantes a la lactosa es imposible.

Su diagnóstico se realiza mediante tests específicos en sangre, estudios genéticos, biopsia intestinal o test de hidrógeno espirado.
Es más frecuente en adultos y representa aproximadamente entre el 10-15% de la población.
Cuando el origen es genético (muy infrecuente) suele ser irreversible; pero si aparece como consecuencia de una enfermedad (infecciones, celiaquía, colitis ulcerosa, etc) o de un fármaco (quimioterapia), suele ser reversible y solucionarse al tratar la causa inicial.

El tratamiento consiste en suprimir la lactosa de la dieta. Pero a diferencia de los alérgicos a la leche, los intolerantes pueden consumir pequeñas cantidades de lactosa de forma habitual sin llegar a notar síntomas. Generalmente toleran bien algunos derivados lácteos como yogures y quesos porque al fementar la leche la lactosa suele transformarse en ácido láctico.  
Actualmente existen numerosos productos lácteos sin lactosa en el mercado.

No hace falta que lleven adrenalina ya que la ingesta de lactosa por error no les va a desencadenar nunca una reacción grave, lo máximo que pueden notar es un cuadro digestivo con dolor abdominal y diarrea transitoria.




CONCLUSIÓN:

La alergia a la lactosa no existe.
Existe la alergia a las proteínas de la leche de vaca y la intolerancia a la lactosa.


Ahora ya podéis responder a la pregunta con la que empezaba el artículo. Pongo nota!
 

Señale con una x la respuesta que considere verdadera (puede existir más de una):
 
1. Soy alérgico a la lactosa
2. Soy alérgico a las proteínas de la leche
3. Soy intolerante a la lactosa
4. Soy intolerante a las proteínas de la leche


 
 
Os dejo este vídeo donde podéis escucharme hablar sobre este problema. Un resumen de dos minutos muy didáctico.

21 de abril de 2014

LA SEGUNDA PIEL DEL ATÓPICO


Mi uniforme de las escolapias era verde y marrón, con la falda de cuadros de tablitas. La tela era muy áspera y gruesa, al contacto con la piel producía un picor insoportable. Mi madre, cansada de pelear con las monjas, me mandaba al colegio con unos pantalones finitos de algodón que ella misma me había hecho. Era un colegio sólo de chicas, eso suponía que era la única persona con pantalones de toda la escuela! 

Entre mi timidez, el carácter de las monjas, la dermatitis y los pantalones, mis recuerdos escolares no son especialmente entrañables.

Por suerte las cosas durante estos años han cambiado, los médicos ya sabemos más sobre la repercusión de la ropa en la dermatitis atópica y los colegios están mucho más sensibilizados. 


La ropa pica, alguna más que otra, y al atópico mucho más. Por eso es muy importante tener unas nociones básicas sobre cuál es el tipo de tejido que puede ir mejor para las personas, niños o adultos, que tienen dermatitis atópica. Y es que nos preocupamos mucho de los baños, la alimentación, el sol, las cremas...pero con frecuencia nos olvidamos que la ropa cubre nuestro cuerpo casi el 100% del día, formando una segunda piel, y que su contacto con una piel frágil, como es la  atópica, puede llegar a agravar e incluso desencadenar y cronificar los brotes de esta desesperante enfermedad.
Bodies, camisetas, braguitas, calzoncillos, camisas,  leotardos, calcetines, medias, vestidos, pantalones, faldas, pijamas, camisones,...van cubriendo nuestro cuerpo a lo largo de toda nuestra vida.
A esto tenemos que añadir los "complementos" que lleva la ropa y que son pequeños instrumentos de tortura para el atópico: las etiquetas, los broches, las cremalleras, las costuras... 
Un pijama que pica puede hacer que nuestro bebé llore toda la noche y no sepamos el motivo. Una etiqueta en esa camisa que nos hemos comprado puede que consiga que nos confundan con el mono del zoológico si no paramos de rascarnos; y ese encaje tan bonito de nuestra ropa interior puede incluso llevarnos al grado máximo de desesperación como para anular esa cita tan romántica...
El mismo cuidado que ponemos para limpiar bien la piel, hidratarla y curarla cuando empeora, debemos poner también a la hora de elegir, comprar y cuidar la ropa que vamos a poner sobre una piel atópica. Unos sencillos consejos pueden hacernos la vida más fácil y, lo más importante, llevarnos razonablemente bien con nuestra segunda piel.






1. NOS VAMOS DE COMPRAS! :
Hay que saber elegir bien y para ello es importante tener las ideas claras y comprar lo que realmente hace falta. Mejor tener menos cosas pero que nos podamos poner, que tener el armario lleno y que todas nos piquen.
  • La ropa es preferible que sea de fibras naturales, especialmente la ropa interior, con pocas costuras y sin encajes.
  • El algodón es el tejido natural más utilizado y el mejor tolerado por las pieles atópicas. Conduce bien el calor, se tiñe bien y absorbe la humedad de forma excelente. Esto facilita la transpiración, cosa que no ocurre con las fibras sintéticas. La ropa de cama (sábanas) también debe ser de algodón.
  • El lino también se suele tolerar bien al ser fresquito y quedar bastante holgado.
  • La lana debe evitarse ya que es irritante en contacto directo con la piel, aumenta la temperatura corporal y acentúa el picor. La lana al atópico le pica muchísimo y empeora bastante sus lesiones.
  • Aunque la seda es un tejido muy suave, no se recomienda su uso frecuente en la ropa ya que no deja transpirar a la piel y no elimina el sudor creando una sensación de disconfort importante en la piel atópica.
  • En la dermatitis atópica hay que cuidar mucho los pies.  Con frecuencia, especialmente en el adulto, se  suele originar un cuadro de eczemas con pequeñas vesículas debido a la falta de transpiración de la zona; por este motivo es especialmente importante que los calcetines sean de algodón o de hilo y que el calzado tenga buena aireación (piel, tela o loneta) dejando las zapatillas deportivas sólo para lo que son: el deporte.
  • La ropa debe quedar holgada, nunca ajustada ya que no dejará respirar a la piel y empeorará la dermatitis. Esto va también para aquellos que no se separan de los vaqueros apretados todo el año. Mejor una talla de más que de menos.
  • Hay que evitar cualquier tejido de consistencia áspera o que arañe la piel. Aun recuerdo "la rebeca picosa" que mi hermana y yo teníamos de pequeñas.
  • Esto no quiere decir que no podamos tener nada que sea de lana o con encajes o que no nos podamos poner unos vaqueros bien ajustados, sino que los debemos utilizar sólo en determinadas ocasiones y nunca sobre una piel con dermatitis




2. LA PUESTA A PUNTO!:
Los atópicos no debemos comprar la ropa y acto seguido ponérnosla así tal cual, hay que prepararla para que no nos haga daño en la piel. Esto hay que tenerlo muy en cuenta especialmente en el caso de los niños pequeños, ya que ellos sufren con mayor frecuencia y virulencia esta enfermedad.
¿Cómo la preparamos?. Son cosas sencillas de hacer pero muy importantes y necesarias:
  • SIEMPRE hay que quitar todas las etiquetas. Revisar bien la ropa para que no quede ninguna. El picor que producen estos minúsculos trocitos de tela rígida suele ser desesperante y originan lesiones por el rascado que se infectan y cronifican con mucha frecuencia.
  • Para quitar las etiquetas hay que descoserlas, nada de cortarlas con las tijeras. Si las cortamos lo único que conseguimos es hacerlas más pequeñas pero con el borde igual de lesivo para la piel.
  • Un lavado previo con detergente suave eliminará restos de suciedad, polvo y otras sustancias que se hayan ido acumulando durante todo el proceso de elaboración y traslado hasta que la ropa llega a nuestras manos.  




3. LA CONVIVENCIA!:
Por ahora, sin más remedio, hay que vestirse cada día, así que lo mejor es mantener unas normas básicas para conseguir un buen entendimiento entre nuestra piel y la ropa que la cubre.
  • La piel tiene que estar muy bien hidratada y la ropa bien cuidada.
  • Para lavar la ropa se recomiendan jabones no detergentes, tipo suave hipoalergénico o en escamas.
  • Mejor no utilizar suavizante o que sea especial para pieles delicadas.
  • Tampoco es recomendable el uso de lejía ya que puede irritar la piel del atópico.
  • Se debe aclarar la ropa muy bien para que no queden restos de los productos utilizados.
  • Es recomendable no utilizar la secadora, desnaturaliza las fibras y estropea antes la ropa. Mejor secar al aire libre.
  • Cuando hagamos el cambio de ropa de temporada, antes de ponérnosla, debemos darle un aclarado en la lavadora. Esto también hay que hacerlo para la ropa de cama.
  • No debemos olvidar que la piel atópica sufre mucho con los cambios de temperatura; por este motivo, en los meses de frío, debemos desabrigarnos si entramos en sitios con calefacción. En el caso de los niños esto es muy importante ya que juegan y sudan con más rapidez.


4. EL FUTURO: ALGO MÁS QUE ROPA!
La nanotecnología y la bioingeniería nos acercan cada vez más a tejidos "inteligentes" capaces de cuidar nuestra piel atópica. La ciencia avanza y van apareciendo fibras nuevas y otras renovadas con un futuro prometedor en el campo de la salud y especialmente en el de las enfermedades de la piel como la psoriasis y la dermatitis.
De soja, de leche, con algas, con plata, con quitina....
¿Son realmente útiles?
¿Cómo actúan?
¿Necesitan un cuidado especial?
¿Y qué pasa con los alérgicos a la leche o a la soja?
¿Ya se pueden comprar?
La segunda piel avanza y llega en forma de tejidos inteligentes. Lo más importante es saber si son realmente beneficiosos o no para las personas con dermatitis atópica.
Explicaros las características de estos tejidos "casi milagrosos" extendería mucho este artículo, y los que me quieren ya me dicen que los hago demasiado largos...así que os hablaré de todos ellos próximamente. Será interesante.
      






24 de marzo de 2014

NO ESTÁS SOLO

Hoy os envio una entrevista que me hicieron para la revista que publica AEPNAA "Alergias al día" donde hablo del importante papel de las asociaciones de pacientes no sólo para los alérgicos y sus familiares, sino también para los médicos.

Son nuestras voces, nos acompañan y apoyan. No estamos solos.


¿Qué te llevó a especializarte en Alergología?

Era una especialidad que siempre me había llamado la atención, probablemente tuvo que ver la gran cantidad de personas alérgicas que hay en mi familia y lo poco que se sabía entonces sobre estas enfermedades. En mi época de estudiante era poco elegida entre los médicos y a mí siempre me ha gustado ponerme del lado de los "menos queridos". No puedo negar que la sangre no me atrae en absoluto, así que las especialidades quirúrgicas las tenía todas descartadas!.


¿Cómo se vive la alergia alimentaria de un hijo siendo a la vez Alergóloga?

Se vive igual que como lo puede vivir cualquier otra madre, con preocupación y miedo. Como alergóloga posees además el conocimiento para saber que las situaciones peligrosas pueden ocurrir y que la vida de tu hijo depende de ello.

Mi hijo Víctor es un atópico sensibilizado a pólenes, ácaros, frutos secos y prácticamente todas las frutas. Desde pequeño ya empezó con problemas de asma, urticarias y numerosos síntomas gastrointestinales. No ha sido ni es fácil. Víctor, además, es protagonista de muchas de mis consultas, siempre lo suelo poner de ejemplo ante los niños que diagnostico de alergia, les ayuda saber que "hasta la doctora tiene un hijo como ellos".

También me sirve para comprender la preocupación y la angustia lógica de los padres. Eso es algo que no debemos olvidar aunque estemos acostumbrados a verlo cada día.

 
¿Algún caso en la consulta que te haya impactado en especial?

Los médicos estamos acostumbrados a vivir situaciones muy emotivas en la consulta, buenas y malas noticias se suceden día tras día. No podría elegir una en especial, pero sí que os diría que no deja de impactarme la angustia que se refleja en la cara de los padres tras diagnosticarle a su hijo una alergia a un alimento, esa inseguridad ante las situaciones posibles y, sobre todo, el miedo ante lo que no pueden controlar.

 
¿Cuándo y por qué te haces socia de AEPNAA?

Me hice socia en mayo del 2012. Por una parte, la personal, quería inscribir a mi hijo para que pudiese sentirse arropado por personas en su misma situación; y, por otro lado, a nivel profesional, quería ofrecerme a la Asociación como especialista en Alergia para aportar mis conocimientos y poder contribuir a una mejora en la calidad de vida de los pacientes y sus familiares.




 
Eres el enlace entre AEPNAA y su Comité Científico: ¿En qué consiste esta función?

La creación del Comité Científico es una iniciativa pionera entre las Asociaciones de pacientes en España. AEPNAA dio este importante paso para poder disponer de un órgano consultivo de expertos en temas relacionados con la alergia a los alimentos y al látex. Cuando decidieron ponerlo en marcha, me consultaron para ver si quería servir de enlace entre la Junta Directiva y los médicos especialistas; probablemente por mi doble condición de alergóloga y socia colaboradora de AEPNAA. Mi papel consiste en facilitar la comunicación entre ambas partes y así poder trabajar y elaborar documentos de la forma más óptima posible para todos.
 

 
¿Siendo alergóloga qué te aporta AEPNAA?

AEPNAA representa para mí seguridad y confianza. Es un apoyo fundamental en mi consulta. Su página web es un pozo de información donde cualquier persona puede acceder y consultar todas sus dudas. Ofrecen de forma periódica cursos de formación para profesores y personal de comedores escolares. Su implicación en temas de Seguridad Alimentaria y en particular, su gran esfuerzo por conseguir mejorar la seguridad del niño alérgico en la escuela, son dignos de admirar.

 
¿Cómo crees que nos afectan los recortes en Sanidad?

Nos afectan mucho, no sólo a nivel científico por la dificultad para desarrollar trabajos de investigación, sino también en el día a día de las familias con niños alérgicos. Las leches especiales, los alimentos sin gluten, las cremas emolientes para los atópicos; todo esto son cosas que necesitan los afectados y que suponen un gasto extra importante en la economía familiar. Con la crisis todos los problemas se acentúan; a la falta de subvención de los productos, se le une la pérdida de poder adquisitivo de los pacientes y sus cuidadores. Sin dinero todo es mucho más difícil.

 
¿Cómo ves el futuro? ¿Cuál es la evolución en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas?

En los últimos años se está produciendo un aumento de la frecuencia de las enfermedades alérgicas y también de la complejidad de las mismas. Además de la alergia mediada por IgE, que es la más conocida y habitual, encontramos una relevancia cada vez mayor de las alergias no IgE mediadas (enteropatías, celiaquía, etc.) y de las de mecanismo mixto (eosinofílicas). De hecho son cada vez más frecuentes las sensibilizaciones a múltiples alimentos tanto en niños como en adultos. El futuro pasa por poder afinar al máximo el diagnóstico para así poder tratar de forma óptima al paciente y asegurarle la mejor calidad de vida posible.

El número de alérgicos a los alimentos se ha duplicado en los últimos diez años, y paralelamente también ha aumentado el número de ingresos hospitalarios de niños y jóvenes por anafilaxia. Esta enfermedad supone un importante problema de salud pública ya que su diagnóstico implica hacer unas dietas muy restrictivas, al tiempo que genera una pérdida de calidad de vida tanto de los pacientes, como de sus familiares. Los avances recientes en el diagnóstico molecular y la aplicación de técnicas de inducción de tolerancia oral al alimento responsable de la alergia, junto con la administración del anticuerpo monoclonal anti IgE han abierto un nuevo horizonte prometedor y esperanzador para todos los afectados.

A pesar de todos estos avances, aún se está lejos de encontrar una solución definitiva para todos los pacientes afectados, por lo que tienen que continuar evitando los alimentos que estén implicados en su alergia.

 

 


¿Crees que la sociedad en general conoce y comprende el alcance de la alergia a los alimentos y al látex?

Yo diría que prácticamente todo el mundo "sabe" de la existencia de estas enfermedades, otra cosa es que "comprendan" el alcance real de la enfermedad, sus implicaciones y sus graves consecuencias.

Casi todos tenemos un conocido o un amigo o un familiar con alergia, es una enfermedad que aparece cada vez con más frecuencia en los medios de comunicación y por la que existe un creciente interés debido a su alta prevalencia en los países desarrollados. A pesar de esto, sigue siendo frecuente la desinformación sobre la gravedad de la alergia a los alimentos. No es raro que los padres de los niños alérgicos sean etiquetados de "neuróticos de los ingredientes" o "maniáticos de la limpieza". También se continua pensando que "por un poquito que coma no va a pasar nada" y "porque lo toque todavía menos".

Aún existe un camino importante por recorrer en cuanto a la adquisición del conocimiento real de la enfermedad y de sus implicaciones en la vida diaria.

 
¿Cómo lucha una asociación como AEPNAA para concienciar acerca de esto a la sociedad?

Es en este campo donde AEPNAA cumple una importantísima función gracias al trabajo que realiza poniendo en marcha  múltiples actividades dirigidas a conseguir y difundir una información veraz y de calidad. Mediante su gabinete de prensa y entrevistas en TV, su página web actualizada, las reuniones con organismos oficiales y una amplia difusión en las redes sociales (Twitter, Facebook, blogs colaboradores) promueve la concienciación social y política de la importancia de estas enfermedades. Sus proyectos son muy variados y muy valiosos para toda la población, sean o no alérgicos.


¿Qué avances o logros mencionarías como los más significativos para la asociación y sus afectados en los últimos años?

Para mí como especalista de alergia, existen tres aspectos en los que AEPNAA ha participado y que han supuesto y supondrán un avance fundamental de cara al futuro:

  • La creación del "Comité Científico de AEPNAA". Su puesta en marcha supone un paso de gigante en cuanto al compromiso de AEPNAA por conseguir la excelencia y el rigor científico en la información que pone a disposición de la población.

  • La actualización reciente de la web de AEPNAA y su preocupación por estar en las redes sociales. La información es básica para las familias y los pacientes alérgicos. El esfuerzo por esta puesta al día ha merecido la pena sin duda alguna.  

¿Cuales son a tú entender los retos más importantes que quedan por abordar en los años siguientes para AEPNAA?

Lo más importante de cara al futuro será conseguir una amplia difusión de los protocolos y las guías para la escolarización segura, junto con el cumplimiento y la mejora de las normativas en Seguridad Alimentaria y en el uso del látex. Es evidente que la publicación de protocolos y consensos es un avance enorme, pero sin su cumplimiento no sirve de nada.
Ahí está nuestra lucha, la de todos, cada uno con los medios de los que disponga.
 

 
¿Y cuáles serían los retos de los médicos especialistas en alergia de cara al futuro próximo?

Para un médico estar al día en avances diagnósticos y terapéuticos es fundamental, para ello no podemos dejar nunca de estudiar y menos en nuestra especialidad, donde todo se mueve tan rápido. La Alergología es una especialidad joven y el camino que le queda por recorrer es muy grande. Un ejemplo lo tenemos en la importancia de saber valorar, diagnosticar y tratar correctamente las alergias no mediadas por IgE y las mixtas, de reciente aparición, ambas están entrando con mucha fuerza, y aunque no producen cuadros tan severos como las IgE mediadas, sí que es cierto que limitan muchísimo la calidad de vida del paciente y sus familiares ya que su desconocimiento conlleva un diagnóstico y un tratamiento tardío o incluso erróneo.

Los médicos tenemos la obligación de ofrecer al paciente lo último en conocimientos; ya que si no le podemos curar su enfermedad, al menos debemos ayudarle a convivir con ella de la mejor manera posible.

 
¿Crees que el trabajo de una asociación de pacientes es complementario al trabajo del alergólogo en su consulta?

Sin duda alguna. Nosotros en la consulta disponemos de un tiempo muy limitado para cada paciente. Cuando diagnosticamos de alergia a un alimento necesitamos explicar muy bien en qué consiste, como prevenir las reacciones y qué hacer en caso de que ocurran...entre otras cosas. El paciente sale de la consulta con muchísima información y con "todo un mundo de dudas por delante que resolver", ahí es donde AEPNAA aporta una ayuda fundamental. Aquél que lo desee puede consultar en su web todas las noticias relacionadas con su alergia, recetas, alertas alimentarias, información científica, realización de cursos y talleres, etc. Además disponen de un foro de afectados donde se sienten arropados y acompañados por otras personas que están en su misma situación.

Somos partes de un mismo puzle y cada uno cumple una misión. La colaboración entre el médico, el paciente y las asociaciones siempre es algo que suma y que aporta una mejora en la calidad de vida del enfermo y de todas las personas que lo rodean.

 
En esta época en la que toda la información está en Internet, ¿por qué crees que es importante asociarse?

Os agradezco especialmente que me hagáis esta pregunta. La respuesta se merece una  reflexión sobre la enfermedad y sus consecuencias, sobre las personas que la padecen y sobre todo el mundo que les rodea.

La alergia a los alimentos se está convirtiendo en una problemática social enorme. El 3% de los adultos y el 8% de los niños la padecen y, con ella, sus graves limitaciones personales y sociales. Cuando esta enfermedad llama a tu puerta, el único confort al alcance de todos se llama "asociaciones de pacientes". Apoyarlas cuando uno no padece una alergia es una forma de ayudarse a uno mismo cuando la enfermedad llegue a tu vida o a la de tus seres queridos.

Para mí las asociaciones de pacientes representan un compromiso con la salud y con la dignidad humana, y es por eso que su visión merece ser tenida en cuenta desde el punto de vista político sanitario. Su labor tiene un valor incalculable porque constituyen la conexión social con la solidaridad, con la esencia del ser humano. Son la cara más humana de la alergia, y por eso, merecen un mayor reconocimiento y apoyo social.

Son la voz de los pacientes, de sus familiares, son mi voz y tu voz, la voz del presente y del futuro. La generosidad es su principal valor. Gracias.