Actualmente se habla de la alergia como la epidemia del siglo XXI, tanto es así que en el 2025 se prevee que casi el 50% de la población tenga algún tipo de alergia. Usted o algún familiar cercano seguro que entrarán en esa estadística futura. Mi pasión por mi trabajo me ha llevado a crear este blog, con el que me lanzo a la autopista de las redes sociales con el fin de aportar mi experiencia y conocimientos para que la persona alérgica sea capaz de asumir su enfermedad, comprenderla y convivir con ella de la forma más natural y equilibrada posible. El reto es grande pero la ilusión es mayor.

27 de noviembre de 2013

NO TODO ES CIERTO


 
 

Aunque tengo pendiente publicar la segunda entrada sobre "ATÓPICOS"; hoy realizo un inciso en mi actividad habitual del blog para pasaros este enlace:  

http://encuentralainspiracion.es/alergia-a-los-acaros-mitos-y-realidades/


Esta entrada es un artículo que he escrito para el blog "Encuentra la inspiración". Os recomiendo esta página web ya que aporta información muy actualizada sobre alergia respiratoria.
 
El artículo hace especial referencia a las "falsas verdades" que se van creando a lo largo de los años con respecto a la alergia producida por los ácaros.
 
Creo que os resultará muy interesante y espero que os ayude a descubrir toda la verdad sobre nuestros pequeños protagonistas.


17 de noviembre de 2013

"ATÓPICA"

 

Se llama Azahara y es mi hermana pequeña. Esta foto es de hace muchos años, ahora pronto cumplirá los treinta. Azahara se crió como una niña sana y féliz, a excepción de su atopia. Un tío nuestro, pediatra, cada vez que la veía le gritaba con cariño "¡¡atópica!!" y así fue como esa palabra entró en nuestras vidas. En nuestra familia somos casi todos atópicos, el componente genético de la enfermedad ha hecho que de 6 hermanos, 5 tengamos rasgos de atopia diferentes.
 
 
 
¿Qué significa ser atópico?
 
El término atopia procede del griego (a+topos) y significa "sin lugar", "extraño". Esta palabra fue escogida a principios del siglo pasado para designar aquellas enfermedades por entonces consideradas raras como la rinitis alérgica, el eccema y el asma. Servía para definir a las personas "inmunológicamente diferentes".
Actualmente ser atópico significa tener reacciones excesivas ante sustancias y estímulos ambientales a los que está expuesta toda la población, pero que la mayoría tolera sin problemas. Esta tendencia a la sensibilización frente a alérgenos comunes (animales, alimentos, etc.) suele ocurrir generalmente en la niñez o adolescencia y en miembros de la misma familia debido a la existencia de una predisposición genética importante.
Casi siempre puede originar diferentes manifestaciones dependiendo de los órganos afectados. Las tres formas de atopia más frecuentes forman la denominada "triada atópica".
 
Estas formas son:
  • Dermatitis atópica (cuando se afecta la piel)
  • Asma (si se afectan los bronquios del aparato respiratorio)
  • Rinoconjuntivitis alérgica (cuando aparece a nivel de nariz y ojos)
 
El propósito de este artículo no es explicaros las características de estas enfermedades. Podéis encontrar mucha información sobre la atopia en páginas webs de Sociedades Médicas y Asociaciones de Pacientes donde explican de forma detallada todas sus manifestaciones.
 
Hoy me gustaría poder aproximaros al niño atópico como persona, los rasgos que conforman su exterior, lo que vemos, y los que habitan en su interior, sus miedos y alegrías...
 
Empezaré por lo más fácil...
 
LOS RASGOS EXTERNOS DEL NIÑO ATÓPICO:
 
Cuando entra un niño a la consulta con sus familiares, lo primero que hago, antes de preguntar cual es la causa de la visita, es mirar bien al niño, lo observo todo, su cara, sus manos, sus gestos y forma de hablar, sus movimientos, hasta la forma de sentarse (si se sientan, claro está). Últimamente también lo hago cuando voy en el metro, o estoy en un restaurante...es lo que llamamos "deformación profesional", esa que nos persigue a todas partes y que nos dispara la "neurona médica" que no descansa jamás. 
 
Cuando llevas tantos años y has visto tantos niños atópicos reconocerlos no es difícil. No siempre, pero sí con frecuencia, presentan una serie de detalles en el rostro que, aunque no son extremadamente llamativos, nos hacen sospechar que estamos delante de esos que llamaron "extraños o desubicados" por la rareza de sus reacciones.
 
No siempre se dan estos rasgos y es muy difícil observarlos todos juntos pero existen unas señales que nos indican que probablemente ese niño es un atópico.
 
Los más frecuentes son:

1. Palidez cutánea: cuando no presentan lesiones de dermatitis atópica, son niños con "mala cara". La palidez es muy frecuente, incluso al rascarse la piel se origina una línea blanquecina sobreelevada en la zona donde se han rascado, a esto se le llama "dermografismo blanco".

2. Dartros volante o pitiriasis alba: son esas manchitas blancas que aparecen en piel de la cara, generalmente en las mejillas, y que se observan más y mejor en verano al ponerse el niño moreno. La causa es debida a que la dermatitis produce un descenso de los melanocitos, las células encargadas de pigmentar nuestra piel. Estas manchas están todo el año pero al ponerse morenos se observan mejor. Suelen desaparecer a medida que el niño va creciendo. Es importante no confundirlas con los hongos. No tiene tratamiento, pero ayuda mucho mantener la piel bien hidratada durante todo el año para que no aparezcan las lesiones responsables de la dermatitis eczematosa.
 

 
3. Ojeras alérgicas: suele ser una de las preguntas más frecuentes de las madres, el porqué su hijo siempre tiene ojeras. No se producen por cansancio ni por falta de vitaminas, se originan cuando existen síntomas de alergia nasal o sinusal (rinitis o sinusitis alérgica) ya que esta congestión dificulta la circulación venosa de la zona. Por este motivo la sangre se acumula en los párpados inferiores (edema crónico) y termina pigmentado la piel, originando el color oscuro alrededor de los ojos.

4. Líneas o pliegues de Dennie-Morgan:  aparecen en el párpado inferior desde el canto interno del ojo hasta la mitad aproximadamente del mismo, a modo de un arco. Dichas líneas se inician en el nacimiento y perdurarán durante toda la vida. A veces son dobles o incluso triples. Estas líneas son consideradas como un signo muy sugestivo de atopia.
 
 
 
 5. Signo de Hertogue: es el adelgazamiento o pérdida de de la cola de las cejas. Esto se debe al frotamiento repetido de los ojos para aliviar el picor, también por fricción repetida de la cara con la almohada durante el sueño. El intenso picor que presentan los niños atópicos es la causa principal de este signo. A veces, al cerrar los ojos se puede observar un eczema en el párpado superior, pegado al nacimiento de las pestañas, originando una dermatitis crónica con un aspecto arrugado de los párpados.

6. Saludo alérgico: para aliviar el picor nasal y facilitar el paso del aire, el niño que padece rinitis alérgica tiende a frotar la nariz con la palma de la mano, en sentido ascendente como muestra la foto:
 
 

Si la rinitis es persistente y el niño realiza este gesto con frecuencia, se puede originar en la nariz el llamado surco nasal transverso, que es una arruguita de color más claro que el resto de la piel, situada en la parte inferior de la nariz. Se nota más en verano si el niño se pone moreno, al acentuarse el contraste de color.
 
7. Respiración oral: es típica en los niños atópicos con rinitis alérgica de larga evolución. Al tener inflamado el interior de la nariz, estos niños respiran por la boca lo que hace que la tengan abierta o entreabierta permanentemente. Esta actitud les confiere un aspecto bostezante. Hay que acudir pronto al médico ya que si perdura en el tiempo, muchas veces puede contribuir al desarrollo de malposiciones dentarias, alteración del paladar y engrosamiento de las encías. Todo ello dificulta el progreso adecuado del lenguaje oral y, secundariamente, del ritmo escolar.

 
8. Queilitis escamosa o descamativa: los labios del atópico suelen estar más resecos de lo normal, por este motivo el niño tiende a chupárselos con la lengua continuamente para humedecérselos. Se establece así un círculo vicioso que es muy difícil de romper y que cronifica el proceso. La mayoría ocurren en el labio inferior pero cuando afectan al labio superior suele ser un signo muy sugestivo y específico de dermatitis atópica. La queilitis atópica se caracteriza por enrojecimiento y descamación, con los bordes de las lesiones muy bien definidos y paralelos a la semimucosa labial. Se agrava mucho en los niños pequeños que se chupan los dedos. Los días de mucho viento, baja humedad y frío empeoran todo el proceso. Cuando estos episodios se repiten con frecuencia pueden llega a producir verdaderas fisuras en los labios con peligro de sobreinfección bacteriana al ser una zona de contacto frecuente con gérmenes. Para prevenir que ocurra se debe intentar que los labios estén siempre muy hidratados y así evitaremos que el niño se los chupe continuamente.
 
 
 
9.  En los niños atópicos es fácil observar como realizan continuamente movimientos laterales alternativos de la nariz y el labio superior, muy parecidos a los que realizan los conejos con el hocico. Esto se debe al picor nasal producido por la rinitis alérgica asociada. 
 
10. Bruxismo: aunque no es un signo que podamos observar a simple vista, lo he querido añadir en este listado ya que los familiares lo comentan con mucha frecuencia en la consulta. El bruxismo es el inconfundible rechinar de dientes por la noche, mientras duermen, y que puede llegar incluso a despertar a los padres. En la atopia se produce cuando existen episodios de inflamación de las trompas de Eustaquio en las otitis seromucosas. Debido a este rechinar continuo se produce una fricción constante entre los dientes que acaba desgastándolos. Si obsevamos la dentadura de estos niños, sus molares, premolares y caninos están acortados, separados y desgastados, incluso a veces podemos encontrar aftas (llagas) por erosión de la mucosa oral.

 
 
Para acabar este artículo me gustaría hacer una defensa de la curiosidad por parte del médico. A pesar de que considero que las nuevas tecnologías son un avance fundamental para la Medicina, esto no puede conllevar la pérdida ni la sustitución de nuestra observación y reflexión ante un paciente. Como sostenía el Profesor Gregorio Marañón: "La mejor herramienta del médico es la silla".  
 
El próximo día os hablaré de los rasgos que conforman la personalidad del niño atópico, por algo son considerados como "niños muy especiales".
 
 
Me despido con una imagen actual de mi hermana Azahara, la misma con la que abría el artículo de hoy pero con unos cuantos años más. Atópica. Preciosa por fuera y por dentro.